CAPITULO XXX. El hombre que calculaba.
Nosotros aprendimos, que sin importar la magnitud
o complicación de algún problema que se nos presente; sin importar lo difícil o
complicado que parezca,
Se debe de encontrar una razón ética, justa y
razonable para deshacer o resolver el problema y los problemas que el mismo podría
ocasionar.
Al encontrar la solución de dicho problema, podremos
darnos cuenta de que el problema era más sencillo o fácil de lo que parecía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario